¡Holaaaaaa!
¿Cómo están por allí?
Hoy les traigo un tema que me llamó
mucho la atención, y es cómo la música ayuda a la realización de
actividades físicas.
Una preguntita, cuando vas por la calle y ves gente
haciendo footing o cuando te pones a oservar a la gente en el gimnasio, raro es quién no lleve puestos
unos auriculares o audífonos, ¿cierto?
Pues según el departamento encargado
del estudio de la música de una universidad de Bélgica, la música
influye en el ritmo del ejercicio realizado, aportándole o restándole energía a los movimientos.
Con la ayuda de más investigaciones sobre este
tema, se ha llegado a la conclusión de que las canciones más
simples y pegadizas son las más adecuadas para motivar tu cuerpo,
porque son las que en situaciones normales te inducirían a bailar y
saltar y te transmiten alegría y positividad. También se ha comprobado que los
tipos de música complejos y que tienen connotaciones sentimentales hacen que el cuerpo se venga abajo y cueste más realizar ejercicio.
Aunque, para gustos, los colores ;)
Otro de los beneficios que produce la
música en el ejercicio, es que hace que aumente el tiempo de
energía, se realice más rápido y disminuye el cansancio, lo que
conlleva a que se dure más en esa máquina de correr tan monótona
del gimnasio.
De tal manera que, mi consejo es que
hagas distintas playlists dependiendo de la energía y de lo duro que sea el ejercicio.
¿Qué pensáis ustedes? ¿Practicáis
deporte con música?
¡Hasta la próxima!
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